"Pensar es un acto voluntario, cuando llegamos a comprender ésto, empezamos a disponer de un tremendo potencial que puede marcar otros caminos y abrirnos muchas puertas en la vida. Creemos no poder escoger lo que pensamos. Los pensamientos no vienen del aire, no son un virus que penetra en tu cerebro sin que tú puedas evitarlo. Un pensamiento puede surgir de forma espontánea, pero, una vez el pensamiento a surgido, tu puedes y debes escoger que hacer con él. Tu eres el responsable de tus pensamientos. Puedes nutrirlos, regarlos con tu atención para que cada vez tengan raices más fuertes si son enriquecedores. También puedes escoger renunciar a ellos si son destructivos."